No hablaría tanto de mí mismo si hubiera otra persona a quien conociera tan bien. Por desgracia, estoy limitado a este asunto por la pobreza de mi experiencia.
Los doce trabajos de Hércules son triviales en comparación con los que mis vecinos han emprendido, porque aquellos eran sólo doce y tenían un final, pero aún no he visto que estos hombres hayan matado o capturado monstruo alguno ni acabado una sola tarea.
Veo a hombres jóvenes, conciudadanos míos, cuya desgracia es haber heredado granjas, casas, graneros, ganado y aperos de labranza; pues es más fácil adquirirlos que librarse de ellos.
¿Quién los ha hecho siervos de la gleba? ¿Por qué habrían de comer sus sesenta acres, cuando el hombre está condenado a comer sólo su porción de barro? ¿Por qué han de empezar a cavar su tumba en cuanto nacen?
¡Cuántas pobres almas inmortales he encontrado casi aplastadas y asfixiadas bajo su carga, arrastrándose por el camino de la vida, empujando ante sí un granero de setenta y cinco pies por cuarenta, sus establos de Augías sin limpiar y un centenar de acres de tierra, labranza, siega, pasto y una parcela de bosque!
Share This Book 📚
Ready to highlight and find good content?
Glasp is a social web highlighter that people can highlight and organize quotes and thoughts from the web, and access other like-minded people’s learning.